Tuesday, January 30, 2007

Dice María, de Minsk:
"Mi novio no es para nada sensible. Trato de que sea romántico, de que se emocione más seguido, de que mire conmigo películas de amor, o dramas, pero no quiere saber nada. No me dice cosas dulces al oído, y no me escribe ni poemas ni cartas de amor. Sólo lee cómics y eructa la gaseosa que consume en cantidades industriales. ¿Que puedo hacer para sensibilizarlo un poco?"
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María:
A los hombres se los conquista por el estómago. ¿Dónde termina el estómago? En el recto. ¿A qué voy con esto? Paciencia, María.
Lo que tienes que hacer es dejar disimuladamente en el borde del bidet, en el baño, publicaciones de índole romántica o sentimental. Libros de títulos del estilo "El guerrero y la lavandera", "Pasión en la colina", "Amantes de verano", ó "Primavera y capullos de amor". Luego, debes eliminar revistas de autos, fútbol, de cine de acción, comics, diarios, y afines.
Cuando tu novio no tenga nada para leer cuando su intestino le pida ir al toilette, comenzará a leer lo que tú le dejaste. ¿Resultado? En dos meses, máximo, tu novio se convertirá en un esclavo de sus emociones, un preso de sus lágrimas, y un corazón sensible abandonará su coraza para entregarte sonetos lastimeros y poemas arrebatadores, todos de su autoría.
OJO. Una vez que logres esto, dosifica la literatura rosa. Porque, a lo mejor, te quedas sin novio, y el de la panadería de enfrente se gana un marido....

Monday, January 01, 2007

MUY PRONTO ESTAREMOS CON USTEDES, CONSOLANDO LO INCONSOLABLE, ACONSEJANDO LO DESACONSEJABLE. PACIENCIA, AMIGOS. PACIENCIA.